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Consejos para estudiar Adecuadamente

1. Donde estudiar
Elegir un ambiente apropiado es el primer paso a tener en cuenta para estudiar adecuadamente. Para evitar la dispersión y lograr la concentración deseada, hay que preparase para tener todo a mano y en un clima de armonía. Nadie debe molestar.
 El lugar de estudio conviene elegirlo alejado de ruidos molestos y con la ventilación adecuada. La luz es otro aspecto a tener en cuenta. A medida que va atardeciendo, no debe forzarse la vista. Hay que interrumpir la lectura y encender la luz, lo que evitará caer en estados de somnolencia y, por lo tanto, de pérdida de concentración.
 
2. Revise el texto completo
No comience de inmediato a leer el libro a partir de la página uno, haga primero una rápida revisión de todo el libro para obtener una idea global sobre lo que trata. Inspeccione todo el libro.  Vea cómo está organizado.  Fíjese en los títulos de los capítulos y secciones, en las referencias bibliográficas, figuras, resúmenes y otras ayudas metodológicas que el autor haya incluido, a fin de ayudar a la  comprensión y retención de los contenidos o materias.
Cuando deba leer un capítulo asignado como lectura individual, antes de empezar haga una inspección rápida del material.  Busque cualquier encabezamiento o resumen que pueda aparecer.  Tanto resúmenes como la secuencia de títulos y subtítulos entregan pistas útiles sobre las ideas principales que  el autor desea recalcar. Ellos sirven también como guía de estudio.  Fije su atención en los encabezamientos de capítulos y secciones, pues  su disposición en el texto (tamaño de letras, color), a menudo indican cuáles son los tópicos principales, distinguiéndolos de los menos importantes.
 
3. Lea buscando las ideas principales
¿Cómo debe ser concretamente la lectura? En primer lugar, silenciosa. La sugerida lectura "en voz alta" que a veces  elogiaban  nuestros  maestros  tienen  como  objetivos inevitables el  estudio de memoria. Es  decir, un almacenamiento de datos sin fijación de conceptos. Desde otro punto de vista, experiencias recientes demostraron que los mecanismos distintos y complejos de la lectura en voz alta implican que sea mucho más lenta que la lectura en silencio. La lectura en silencio permite concentrar la atención y favorecer todas las técnicas de la lectura habitual.
 Su lectura debe tener un objetivo principal: "averiguar cuáles son las ideas principales del autor en cada capítulo". Al leer pregúntese constantemente qué es lo que está tratando de decir el autor, en una actitud mental similar a la que tendría si usted estuviera conversando con él. No se fije en los detalles. Concéntrese en las ideas principales y usted descubrirá que recordar los detalles resulta más fácil. Esto resulta así, porque las ideas principales generalmente tienen una relación lógica fácil de entender y recordar. Ellas definen un "esqueleto" conceptual donde podrá ubicar después los detalles. Un texto es conocimiento estructurado.  Para entender  dicho conocimiento usted debe reconocer dicha estructura primero.
 Lea el capítulo asignado antes de la clase para que le sea posible participar activamente en ésta. Una participación activa en clases le permitirá aclarar sus ideas y dudas. Cuando uno se esfuerza en poner en palabras lo leído, el aprendizaje pasa de un estado pasivo a uno activo: usted participa por primera vez en el  proceso. Los contenidos leídos adquirirán un mayor significado y serán retenidos (recordados) por un tiempo más largo, eliminando prácticamente la necesidad de estudiar a presión para pruebas y exámenes. 
 Un aspecto muy importante en su propia formación es que la participación activa en clases, le entrega confianza en sí mismo.  Nadie más que usted puede hacer algo a este respecto.
 Coordine sus lecturas con sus apuntes de clases. Si usted mantiene apuntes completos y ordenados, encontrará que el material leído se hace aún más claro. Un cuaderno de apuntes de clase bien mantenido puede ser una importante fuente de consultas en el futuro. 
Resuma todo lo que ha leído. Después de terminar de leer una página, reformule las ideas principales en su mente y dé un vistazo de nuevo al texto para ver si su formulación era correcta. Antes de cerrar el libro repita los puntos principales de la materia que acaba de leer. Vea si puede anotar en forma breve las ideas principales de la sección que leyó.  Si usted es capaz de hacer esto, la mayoría de los detalles que apoyan las ideas principales le vendrán a la memoria fácilmente.  Cuando vuelva a iniciar su estudio al día siguiente, su breve revisión le servirá como punto de partida y apoyo.  Al tomar nota de los puntos principales de su lectura, la preparación para pruebas y exámenes se transformará en un detalle fácil.
 
4. Cuestiónese a medida que lee
Cuando esté leyendo, hágase la imagen mental de que está teniendo una discusión con el autor.  Pregúntele permanentemente sobre las afirmaciones que hace y sobre las ideas que le presenta.  Vea si él le está dando las respuestas que lo satisfacen.
 ¿Qué significa el título del capítulo? ¿Qué significan los subtítulos? ¿Qué significan las palabras utilizadas en su propio contexto?  ¿Qué tratan de demostrar las tablas, diagramas y gráficas presentadas?  ¿Qué significan las palabras del resumen y conclusiones?  ¿Está el autor escribiendo desde un punto de vista especial?  ¿Por qué se detuvo tanto en algunos aspectos y no en otros?  ¿Cuándo se escribió el texto?  ¿Se han producido nuevos hechos o descubrimientos que releguen las opiniones del autor a un segundo plano o las hagan incorrectas?.

 
6. Use guías de estudios si están disponibles para el texto
Revisar es una disciplina acumulativa que debiera llegar a ser un hábito de estudio.  Usted revisa una frase o sentencia subrayándola.  Usted revisa una página después de leerla, simplemente recordando los puntos o ideas principales.  Usted calibra un significado de un capítulo apuntando algunas de las ideas principales en un pedazo de papel.  Usted registra los distintos puntos de vista e interpretaciones en su cuaderno a medida que escucha a su profesor y a otros estudiantes.  Usted lleva a cabo una revisión  final antes de una prueba, simplemente volviendo a examinar, a ver, su propio cuaderno, sus notas de lectura, mirando el texto y el material entregado en clases.
 
7. Estudie sin ningún tipo de presión y en forma sistemática
Evite estudiar bajo presión.  Estudiar en forma presionada crea tensión psicológica y fisiológica, lo que perturba su capacidad de retención.  Esto puede crear perturbaciones en su memoria durante el examen y sin duda "asegura que usted olvide" todo lo estudiado apenas termine el examen (elimina el "stress" que causa las molestias).  Esto se lo garantiza su propio organismo. Averigue usted mismo algo más sobre los efectos biológicos del "stress".
 
La manera más fácil de estudiar es juntar todas las notas y apuntes de los capítulos leídos, transformando las ideas y proposiciones? resúmenes en preguntas. Contéstelas y revise sus respuestas, confrontándolas con los capítulos correspondientes. Formúlese preguntas rigurosas y contéstelas concienzudamente, no se deje llevar por la creencia de que "sabe las respuestas", si no es capaz de formularlas verbalmente o por escrito. A medida que se acerque la fecha de la prueba no llene su cabeza con detalles. Enumerar detalles sueltos como respuestas a preguntas específicas sobre conceptos, no oculta su mala preparación a nadie y le asegura una calificación mediocre o mala. Si usted ha leído el texto o lectura cuidadosamente y es capaz de identificar las ideas principales, le será muy fácil de recordar la información detallada de apoyo a sus respuestas.

 

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